La primera palabra de Isabella de tres años de edad, fue el nombre de su hermano, Matthew, diagnosticado con la misma enfermedad que ella: Síndrome de apraxia infantil (CAS) Childhood Apraxia of Speech, trastorno que afecta el habla. Esta enfermedad, se traduce en dificultades en la planificación para mover las partes del cuerpo que forman el habla, como los labios, la mandíbula y la lengua. Traduciéndose en problemas para emitir sonidos, sílabas y palabras.

Los padres de los chicos Steven y Rosa Barney decidieron conservar la sangre, el tejido del cordón umbilical de Isabella con la intención de ayudar a su hermano mayor pero su hija Isabella también desarrolló la misma enfermedad.

La familia viajó a la Universidad de Duke donde se habían desarrollado investigaciones con apraxia con resultados positivos. Decidieron realizar una transfusión de sangre de cordón umbilical a Isabella con sus propias células madre del cordón. Tal como explica el padre: «El proceso duró menos de diez minutos» y regresaron a su casa de Nueva York.

A las 3 semanas su habla mejoró considerablemente «Nunca podría decir el nombre de su hermano, Matthew,» dijo Barney. Ahora, puede decir su nombre claramente, incluso el otro día dijo «Quiero quedarme en casa con Matthew».

La evolución de Isabella fue positiva semana tras semana y cada vez más podía decir nuevas palabras y se hacía entender mejor.

Su padre contaba, «Mi hija, antes del trasplante, decía alrededor de 1-2 palabras por día y ahora es capaz de decir nuevas palabras y trata de repetir las nuestras. ¡Puede contar hasta diez!”

La familia Barney conservó las células madre de Isabelle al nacer y afirman que, «los bancos de sangre del cordón te dan mucha tranquilidad”.

Fuente: ParentsGuide.org, Enero 2016