Investigadores de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos) demuestran en un trabajo publicado en la edición digital de la revista ‘Circulation’ que las células madre pluripotentes inducidas o células iPS pueden utilizarse para tratar la enfermedad cardíaca. Los trabajos realizados en ratones constituyen el primer intento de utilización de células madre pluripotentes inducidas para tratar enfermedades cardíacas.

Las células iPS son células madre desarrolladas a partir de células adultas capaces de producir distintos tipos de células humanas. Científicos estadounidenses y japonenes lograron en 2007 transformar células de piel humana en células iPS, inaugurando un acceso potencialmente ilimitado en el reemplazo de tejidos y de órganos dañados.

Los investigadores reprogramaron fibroblastos, células que contribuyen a la cicatrización tras un infarto, y los convirtieron en células madre que recomponen los daños cardíacos. Los científicos reprogramaron los fibroblastos a través de un conjunto de genes humanos asociados a las propiedades de las células madre para diferenciarlos en células iPS capaces de rediferenciarse en músculo cardíaco. Cuando las células iPS fueron trasplantadas a los corazones de ratón dañados, se adaptaron a las dos semanas, y tras cuatro semanas contribuyeron a mejorar la estructura y funcionamiento del corazón dañado.

En comparación con los fibroblastos no modificados, las células iPS restablecieron el funcionamiento del músculo cardíaco perdido después del ataque cardiaco, detuvieron la progresión del daño estructural en el corazón y regeneraron el tejido en el lugar dañado del corazón.

Notícia original 24 de julio en Europa Press