Uno de cada 3.500 niños en el mundo sufre distrofia muscular, una enfermedad de origen genético que se manifiesta con la pérdida paulatina de masa corporal. En las formas más graves como la distrofia de Duchene, que afecta a niños, éstos suelen necesitar silla de ruedas desde los 10 o 12 años.

Para mejorar la condición de las personas que padecen esta enfermedad, científicos del Centro de Estudios del Genoma Humano del Instituto de Biociencias de la Universidad de Sao Paulo, trabajan en el desarrollo de una terapia a partir de células madre que sea capaz de sustituir el tejido muscular perdido. La investigación la realizan en animales, a los cuales les inyectan en el torrente sanguíneo células madre programadas sólo para desarrollarse en los músculos, llamadas mesoangioblastos.

“Estas células tienen dos características fundamentales, la primera es una capacidad de auto-renovación, lo cual es que una vez que se divida va a formar nuevas células troncales y la segunda es que tienen una capacidad de diferenciación para generar distintos tipos celulares con una función ya asignada dentro del organismo”, manifestó el Dr. Iván Velasco Velázquez, del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los expertos esperan tener una cura para la distrofia muscular en 10 años.

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Fuente: Once TV, 24/12/2009