Los progenitores hematopoyéticos, es decir, las células sanguíneas que producen otras células sanguíneas, son un bien muy preciado contra la leucemia y otras enfermedades de la sangre, puesto que la compatibilidad entre personas es muy pequeña, una entre 40.000. El 63% de los trasplantes de la sangre madre que se realizaron el año pasado usaron sangre de parientes (474 transplantes), y el 40% restante, de personas sin ningún parentesco (314). Estos trasplantes entre desconocidos son posibles gracias al registro mundial.

Pero la compatiblidad de médula entre parientes no es tan común como se cree. El caso de Juanibel es una excepción: curó su leuceumia gracias a la donación de su hermana María Teresa, con la que era compatible en casi un 98 %. Pero en otras familias hay hasta seis u ocho hermanos y ninguno es compatible. La Asociación de Médula Ósea de Extremadura, a la que pertenece Maria Teresa, promueve la donación altruista de médula, ya que hay muchos casos de donantes familiares que «cuando se enteran que son incompatibles, se echan para atrás».

Los progenitores hematopoyéticos pueden obtenerse de dos formas. La primera y más tradicional, la extracción de la médula ósea, que es el tejido interno de los huesos, y que se obtiene mediante una punción en la cadera con anestesia general o epidural. Pero hay otra forma, cada vez más en auge, que consiste en la extracción de las células madre de sangre periférica mediante aféresis. Como en la diálisis, la sangre atraviesa una máquina que extrae las células y luego vuelve a la vena, en circuito cerrado. El donante debe medicarse cuatro días antes del proceso, que dura unas tres horas. Se optará por la operación o la aféresis, según las características de la enfermedad, del paciente y del donante.

Finalmente, la tercera forma de obtención de células madre es la sangre del cordón umbilical, se trata de un proceso indoloro, inocuo y seguro que no entraña riesgos ni efectos secundarios, ni para la madre ni para el bebé. Este tipo de sangre tiene menos problemas de incompatibilidad, puesto que son células madre más jóvenes, más puras, con una menor influencia de factores externos, por eso tienen más capacidad de autorenovación y diferenciación, así como una vida más larga in vitro. La corta vida de estas células madre también se traduce en un menor riesgo de enfermedad de rechazo injerto contra huésped, además de una reducida reacción inmunitaria. Otra ventaja es que si se escoge la opción de la conservación a nivel privado, la disponibilidad de la muestra es inmediata, sin colas de espera, y la compatibilidad con el donante queda garantizada, además de las posibles compatibilidades intrafamiliares

En el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo), creado por la Fundación José Carreras contra la Leucemia, y auspiciado por la Organización Nacional de Transplantes, hay 75.000 donantes de médula, una cifra que nos coloca en el décimo lugar del mundo (en proporción de población), y 39.000 de sangre de cordón, que corresponde al segundo puesto por detrás de Australia. En donación de órganos, España es la primera.

Leer original aquí

Fuente: Cinco Días, 12/08/2009