El daño cerebral debido a la hipoxia-isquemia perinatal sigue siendo una causa importante de mortalidad neonatal y de déficits neurológicos a largo plazo, como parálisis cerebral, retraso mental y convulsiones en los bebés nacidos a término. En la actualidad, el único tratamiento disponible, hipotermia, presenta limitados efectos beneficiosos y sólo es eficaz en los niños levemente afectados. Por otra parte, la hipotermia sólo se puede aplicar en las 6 horas posteriores al daño, por lo tanto, existe una necesidad urgente de desarrollar otras estrategias terapéuticas.

Actualmente, en la mayoría de los estudios, las células madre mesenquimales se administran por vía intracraneal, que tiene serias desventajas para la aplicación clínica. En el estudio liderado por la Dra. Vanessa Donega, se ha investigado el potencial de la administración intranasal de las células madre mesenquimales en un modelo murino de daño cerebral neonatal. Los resultados demostraron que el tratamiento intranasal con estas células mejoró considerablemente la respuesta sensorimotora y también se apreció una disminución del volumen de la lesión 4 semanas después del daño, lo que sugiere un tratamiento con potencial terapéutico y aplicabilidad.

También se concretó la dosis mínima efectiva, ya que una sola dosis fue suficiente para apreciar un efecto beneficioso significativo. Las células madre mesenquimales llegaron al sitio de la lesión 24 horas después de la infusión, si se administran de 3 a 10 días después de la lesión (no se detectaron las MSC en la lesión cuando se administró 17 días después de la lesión).

La capacidad de las células mesenquimales para llegar al sitio de la lesión dentro de las 24 h después de la administración intranasal en 10 días, pero no a los 17 días post-daño, indica una ventana terapéutica de al menos 10 días (mucho mayor respecto a las 6 horas en el tratamiento con hipotermia).

Estos datos indican que el tratamiento intranasal con células madre mesenquimales puede llegar a ser una prometedora herramienta no invasiva para reducir eficazmente la encefalopatía neonatal.

Fuente: Plos One, Enero de 2013

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