La utilización de células madre mesenquimales, almacenadas a bajas temperaturas, podría tener un gran potencial terapéutico para el tratamiento de la osteoartritis, al preservar sus características beneficiosas, según una investigación.

Este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Haritz Gurruchaga, perteneciente al grupo NanoBioCel de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y está enfocado a la optimización de los procesos de almacenamiento de células encapsuladas mediante la criopreservación lenta.

Las células madre mesenquimales son células adultas y pluripotentes con morfología fibroblastoide y capacidad de diferenciarse a diversos linajes celulares como condrocitos, osteocitos y adipocitos, entre otros.

Su uso para el tratamiento de enfermedades de diverso carácter se está incrementando de manera considerable en la última década y una de las aplicaciones en las que se están utilizando, todavía en ensayos clínicos, es el tratamiento de la osteoartritis, una patología que se caracteriza por una degeneración paulatina del cartílago articular y el tejido circundante.

Las últimas investigaciones parecen mostrar que estas células son capaces de regenerar el tejido dañado y cambiar la comunicación circundante del tejido inflamado, pudiendo reducir el dolor causado por esa enfermedad.

En el caso de tratar tejidos cartilaginosos, diversas investigaciones han descrito que las células madre derivadas del líquido sinovial poseen características superiores a las extraídas de otros tejidos, según ha informado hoy la UPV/EHU.

La Unidad de Cirugía Artroscópica (UCA) del Hospital Vithas San José de Vitoria, dirigida por Mikel Sánchez, quien colabora en este trabajo, ha elaborado un «andamio» o matriz que ha mostrado unas propiedades muy favorables para el cultivo y crecimiento de esas células.

La matriz está elaborada por plasma rico en plaquetas, líquido sinovial y células madre mesenquimales derivadas del líquido sinovial de un mismo paciente.

La formación de ese biosistema es simple y tiene la ventaja de que no necesita del aislamiento celular del líquido sinovial, lo que incrementaría el coste y el tiempo de producción del mismo.

En ese caso, los pacientes con osteoartritis necesitan tratamiento más de una vez durante la enfermedad y se ha demostrado que esas células, con el incremento de la edad del paciente, pierden algunas de sus propiedades beneficiosas, por lo que cobra valor su conservación.

El grupo NanoBioCel, de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco, está trabajando en la preservación de diversas células en biomateriales para su futuro uso médico.

Existen diferentes métodos para la preservación de células en biomateriales, pero en NanoBioCel se han especializado en la criopreservación lenta, donde las muestras han de ser tratadas previamente y son congeladas siguiendo un perfil de congelación concreto, permitiendo recuperar su función y características tras su descongelación.

 

Fuente: EHU.EU, Enero 2018

Fuente original: NCBI