Uno de los requisitos imprescindibles para el trasplante en el hepatocarcinoma es conocer el comportamiento biológico del tumor. «Existen diferentes formas de pronosticar cómo va a evolucionar el tumor desde el punto de vista biológico, y los estudios han demostrado que la respuesta del tumor a los tratamientos no quirúrgicos no es totalmente predictiva», ha explicado Sheung -Tat Fan, del Departamento de Cirugía de la Universidad de Hong Kong y vicepresidente de la XIX Conferencia de la Asociación Asia Pacifico del Estudio del Hígado, que se ha celebrado en la citada ciudad china.

Una manera de poder predecir la evolución del tumor es mediante tests genéticos. El inconveniente es que la biopsia es inevitable, y eleva el riesgo de diseminación del tumor, puesto que pueden quedar células en la cavidad peritoneal. Una alternativa a la biopsia es el estudio de las células cancerígenas circulantes, pero aún hay que validar su utilidad.

Ahora se acaba de descubrir que las células madre del cáncer son otra opción, «aunque se trata de un concepto muy nuevo. Las células madre del hepatocarcinoma, identificadas por CD45, CD90 y CD44, se han visto no sólo en los tejidos tumorales, sino también en la sangre del 90 por ciento de los pacientes con hepatocarcinoma, mientras que en la de los sujetos sanos y en la de los cirróticos no hay rastro de estas células». De esta forma, el número de células madre del cáncer circulantes puede ayudar a predecir la recurrencia intra y extrahepática del tumor.

Para el vicepresidente de la reunión, las células madre del cáncer centrarán las futuras investigaciones, ya que si se erradican se podrá evitar la recurrencia tras el trasplante.

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Fuente: Diario Médico 18/02/09