A partir de ahora será posible determinar realmente cómo nuevos medicamentos afectan a la médula espinal sin probarlos previamente en humanos.

Un grupo de científicos de la Universidad de Michigan ha conseguido una médula ósea artificial capaz de producir continuamente células rojas y blancas, dos de sus funciones básicas. Este avance no está creado para implantarse en humanos, pero sí para ayudar a un estudio más detallado de los defectos del sistema inmunológico y para realizar pruebas farmacéuticas sin riesgos.

«La sustancia creada crece en un «andamio tridimensional» que imita los tejidos que sustentan la médula ósea en el cuerpo», explica Nichola Kotov, investigador principal del estudio y profesor de los departamentos de Ingeniería Química, Ciencias de los Materiales e Ingeniería Biomédica de la Universidad de Michigan. En un principio, la médula artificial no se hizo para implantarla en el cuerpo, sino que está diseñada para que funcione en un tubo de laboratorio. La médula espinal es un órgano difícil de replicar.

Kotov explica que un aspecto vital para el éxito de este avance fue el andamio tridimensional sobre el que crece la médula espinal. «Esta trama debía tener un alto número de poros del tamaño preciso para poder estimular la interacción celular», explica. Estos andamios están realizados de un polímero transparente. «La perfección geométrica del polímero moldeado por esferas es esencial para poder reproducir pruebas de medicamentos y evaluar sus posibles resultados», asegura el principal investigador Nichola Kotov que estuvo ayudado por la profesora de la Sección Médica de la Universidad de Texas, Joan Nichols. «Gracias al alto parecido de los poros del andamio y de los poros de la médula ósea real, algunas células madre pueden crecer, dividirse y diferenciarse.

Capacidad de producir células

Los científicos de la Universidad de Michigan son conscientes de que su descubrimiento es la primera médula espinal artificial exitosa. «Tiene dos de las funciones esenciales de la médula ósea: puede replicar las células madre de la sangre y puede producir células B, clave en el sistema de inmunidad para producir anticuerpos importantes que luchen contra muchas enfermedades», explica Kotov.

Las células madre de la sangre dan origen a la sangre y a otros tipos de células. Por su parte, las células B son un tipo de células blancas de la sangre, que ayudan a la batalla contra los resfriados, las infecciones bacteriales e incluso algunos cánceres.

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Fuente: Universidad de Michigan 22/12/08